¿Por qué sentís que te cuesta tanto avanzar en el aprendizaje del inglés?

¿Te suena alguna de estas expresiones?

‘Es que yo no puedo aprender inglés’, ‘estudié mucho tiempo pero cometo siempre los mismos errores, siento que estoy estancada’, ‘ no puedo avanzar con el inglés’, ‘mi marido/ mi amiga/ mi colega tienen un nivel de inglés buenísimo pero yo… no puedo aprenderlo, no entiendo nada’.

Tal vez hayas escuchado a alguna colega hacer este tipo de comentarios o, vos misma, los hayas hecho en alguna oportunidad. Lo cierto es que son expresiones muy comunes y que, más de una vez, me ha dicho alguna alumna cuando nos conocimos y, para ser completamente sincera, yo misma dije algunas de ellas, allá lejos y hace tiempo cuando comencé a estudiar el idioma y sentía que no entendía nada y no podía avanzar.

Sin embargo, con el correr de los años, y luego de estudiar mucho sobre el tema, descubrí que esta sensación de sentirnos ‘estancadas’ con el idioma es perfectamente normal. En este artículo, te cuento cuáles son los posibles motivos por los que podés sentirte así y cómo podés superarlos.

¿Cuales son los posibles motivos por los que podés sentirte estancada en el aprendizaje del inglés?

1. No terminamos de entender que el aprendizaje de un idioma es un proceso:

Esto significa que aprenderlo y, sobre todo dominarlo, lleva tiempo y que, muchas veces, el mundo acelerado en el que vivimos, y en el que esperamos resultados inmediatos, no nos deja ver esta realidad, porque queremos ser perfectas ahora y, quizás, nos frustramos y pensamos ‘esto no es para mi’ o ‘esto no me sale, no sirvo para el inglés’ cuando, en realidad, todo lo que necesitamos es TIEMPO.

Siempre recordá que, el hecho de que no entiendas todo hoy, no significa que, más adelante, no puedas mejorar y, poco a poco, llegar a comprender cada vez más, pero, debés tener en cuenta que este proceso es un viaje que lleva años, y que, cuanto más te expongas, más practiques, pruebes, cometas errores, más ‘rápido’ vas a poder ir avanzando. Como siempre te digo, aunque no puedas recordarlo, te pasó lo mismo con tu lengua materna cuando la aprendiste; pasaron años hasta que, finalmente, pudiste comunicarte de forma clara y comprender todo aquello que te decían. Incluso, hoy en día puede pasarte que sigas aprendiendo nuevo vocabulario en español sobre temas que no conocés tanto.

2.  Nuestra actitud hacia la lengua puede modificar muchísimo nuestro aprendizaje:

¿Te pasó alguna vez que al estudiar algo que te gustaba mucho, probablemente algo que estaba relacionado con tu carrera o con algún hobby, sentiste que lo aprendiste muy fácil, es más, hasta por ahí ni siquiera sentiste que estabas estudiando?

Bueno, este tipo de actitudes tienen un poder muy grande sobre nosotros a la hora de incorporar aquello que estamos ‘aprendiendo’. Por eso, siempre les insisto tanto en que utilicen materiales (lecturas/audios, etc) que realmente les interesen para aprender, ya sea que estén conectados con esta carrera que tanto las apasiona, la nutrición, o, tal vez, con algún hobby como puede ser la cocina, el arte, o lo que sea. El punto es ‘divertirte’ mientras estudiás. Leé y escuchá cosas que realmente te interese entender porque eso es lo que te va a llevar a querer hacerlo, a encontrar el momento en el día o en la semana, por más ocupada que estés, para estudiar y avanzar en el aprendizaje. La realidad es que si asociamos el idioma con algo negativo o aburrido lo más probable es que nuestro cerebro busque mil y una excusas para dejar de hacerlo ya que, como sabemos, el cerebro siempre va a querer que nos quedemos en nuestra zona de confort y va a buscar el placer.

3. La metodología o la forma en la que estás aprendiendo no es la mejor para vos:

Esto se relaciona un poco con el punto anterior ya que, no solo es importante que uses material que te resulte interesante sino, también, que puedas elegir el material y la metodología de estudio que te aporte resultados a vos, que puede no ser la misma que le resulta conveniente y efectiva a tu amiga, colega, etc. Es decir que elijas el material adecuado y también, dependiendo de tu estilo de aprendizaje, que puedas seleccionar el tipo de actividades que te resultan más divertidas y efectivas para avanzar.

Si no estás segura de cuál es tu estilo de aprendizaje, acá te dejo el link a un artículo en el que te comento cuales son los posibles estilos de aprendizaje y que, además, contiene un pequeño test para que puedas comprobar cúal es el tuyo.

Descubrí tu estilo de aprendizaje: una técnica infalible para aprender inglés.

4. Finalmente, no estás dedicando el tiempo suficiente para estudiar o no estás aprovechando el tiempo que le dedicás:

Ojo, que con esto no quiero decir que tenés que pasar 4 horas al día, todos los días de la semana estudiando inglés para aprenderlo y avanzar, para nada. Lo que quiero decirte es que es importante establecer un tiempo a la semana para dedicarle a tu aprendizaje y que puedas comprometerte a cumplirlo y, además, que ese tiempo sea tranquilo, enfocado y sin distracciones. Porque, si vas a dedicarle dos horas a la semana pero en ese tiempo, mientras estudiás inglés, estás contestando mails con consultas de algún paciente o armando un plan nutricional para otro, muy probablemente, no te sirva de mucho ese rato que dediques y no logres avanzar demasiado. O, por otro lado, si querés incorporar una lista de vocabulario y sabés que sos una estudiante auditiva pero, en vez de grabarte diciendo las palabras y escuchar la grabación, te ponés a subrayarlas con diferentes colores o a escribir renglones de ellas en un papel, ese método tampoco va a resultarte muy efectivo ya que no se adecúa a tu estilo de aprendizaje predominante. 

¿Qué podés hacer para dejar atrás este estancamiento y avanzar?

Entonces, resumiendo, lo más importante es que identifique el motivo que te está haciendo sentir así: ¿es que no le estás dedicando tiempo o no lo estás aprovechando, es tu actitud hacia el idioma o el método o tipo de material que estás eligiendo?

Ahora, una vez que identifiques esta causa, seguí estos pasos para resolverla: 

1. Aceptá la idea de que el aprendizaje de una lengua extranjera es un proceso que lleva tiempo y no te frustres si no podés incorporar o entender todo ya. Enfocate en disfrutar del viaje en vez de obsesionarte con el objetivo final. Porque, cuanto más te relajes y más confianza vayas ganando en los pasos que vas dando con el inglés más rápido vas a llegar a esa meta tan ansiada.
2.  Cambiá el chip y hacé que el aprendizaje del idioma sea algo ‘divertido’. Buscá material de lectura o audios que te gusten, que te interese comprender y no te preocupes por entender todas las palabras (de hecho, lo más probable es que no las entiendas todas y no pasa nada). Buscá entender la idea principal, dejate guiar por el contexto, las imágenes que acompañan a ese audio o esa lectura y celebrate y ponete contenta por eso que sí estás pudiendo entender. Con el tiempo, irás entendiendo cada vez más.
3. Hacé el test que te dejo más arriba, si todavía no lo hiciste, y descubrí qué tipo de aprendizaje predomina en vos y empezá a aplicarlo a la hora de estudiar.
4. Establecé un tiempo tranquilo y enfocado por día o por semana para estudiar inglés sin distracciones y comprometete a cumplirlo.

Espero que te hayan servido estos consejos y acordate de que, siempre, lo más importante es confiar en vos. Si te sentís estancada con el idioma, tranquila, es normal, investigá cuál puede ser la causa y hacé los cambios que necesites para seguir avanzando. Acordate que, si estás estancada o si no entiendés todo lo que escuchás o lees sobre nutrición en inglés hoy es perfectamente normal porque, posiblemente, aún te falten algunas herramientas para poder hacerlo, pero esto no significa que no puedas conseguirlas y aprenderlas o que ‘no sirvas para el idioma’. Date tiempo y disfrutá del camino porque, si lo hacés, antes de lo que pensás vas a estar llegando a destino y vas a poder comunicarte con tus colegas y pacientes en inglés sin problemas y con mucha confianza.

Hasta el próximo post,

Yani.